
“Abraza la imperfección; en ella reside la autenticidad del progreso.”
No busques la perfección inalcanzable, sino la mejora continua. Tus pasos, aunque a veces tambaleantes, son la prueba de que estás avanzando. La inspiración radica en celebrar el proceso, no solo el destino final.
Piensa en la belleza de un kintsugi: la técnica japonesa de reparar cerámica rota con oro. Las fisuras se vuelven parte de la historia y embellecen el objeto. Tus "imperfecciones" diarias son las líneas de oro en tu propia obra de arte vital. Usa ese estímulo para seguir creando.