
“Encuentra tu propósito en el presente, no en la espera.”
A menudo, postergamos nuestra vitalidad y nuestro sentido de misión hasta que las circunstancias sean "perfectas". Sin embargo, el propósito no es un destino lejano, sino una elección que puedes hacer en cada momento, en cada tarea que emprendes con ánimo.
Imagina que cada día te entrega una pequeña joya. Tu tarea es encontrar el brillo en ella, el valor intrínseco. No importa si es una gema pequeña o grande, si la aprecias y la utilizas, le das significado. Ese es tu verdadero tesoro diario.