
“Sé el arquitecto de tu propio estado de ánimo.”
El entorno puede ser un factor, pero tu reacción ante él es lo que define tu jornada. Tienes el poder de elegir la perspectiva, de construir una fortaleza mental a prueba de desánimos. Tu inspiración diaria es la de ser el maestro de tus emociones.
Imagina que tu mente es un edificio. Puedes llenarlo de luz o permitir que las sombras se acumulen. Cada pensamiento, cada decisión sobre cómo afrontar un momento, es como colocar un ladrillo. Ten el estímulo para construir un espacio interior lleno de positividad.