“El arcoíris emocional aparece cuando dejamos que la luz blanca del alma se refracte”

Intentar ser felices todo el tiempo es como querer ver solo luz blanca. La riqueza verdadera está en permitir que nuestro espectro completo brille: tristeza, alegría, miedo, esperanza.

Los prismas enseñan una lección valiosa: es la división de la luz lo que crea belleza. Nuestras emociones, cuando las aceptamos todas sin resistencia, componen el arcoíris único de nuestra experiencia humana completa.