“Tu corazón contento es el único termómetro que mide tu clima interior”

Los indicadores externos (éxito, posesiones, apariencia) son tan engañosos como pronósticos meteorológicos lejanos. La verdadera brújula emocional late dentro del pecho.

Los marineros antiguos navegaban observando el cielo, el viento, las corrientes. Nosotros tenemos señales igual de precisas: esa calidez que surge al hacer lo correcto, esa ligereza al soltar lo innecesario. Solo hay que aprender a interpretarlas.