“La dicha florece en el jardín de la atención plena.”

Esta frase sugiere que la verdadera felicidad, esa sensación profunda de bienestar y plenitud, no es un destino lejano, sino un estado que podemos cultivar aquí y ahora.

Piensa en un jardín: si no prestas atención a las semillas, al riego, a la luz, las flores no nacerán. De igual manera, nuestra mente, si está dispersa en el pasado o preocupada por el futuro, pierde la oportunidad de saborear el presente. La atención plena es como el sol y el agua que nutren esas semillas de dicha, permitiendo que broten y embellezcan nuestra existencia con cada momento vivido con intención.