“La felicidad es el faro que guía al espíritu cuando las tormentas de la vida amenazan con hundirlo.”

Esta poderosa imagen posiciona la felicidad como una fuerza interna que nos da dirección y esperanza en medio de las adversidades. Es un ancla para el alma.

Imagina un barco en medio de una tempestad, con olas furiosas y oscuridad. El faro, con su luz constante, ofrece un punto de referencia, una promesa de seguridad. La **felicidad** actúa de manera similar, proporcionando una luz interior que nos ayuda a navegar por los momentos difíciles, manteniéndonos a flote y guiándonos hacia aguas más tranquilas.

Es el **bienestar** que surge de la resiliencia, de la capacidad de encontrar un rayo de esperanza incluso en la penumbra. Esta **alegría** se convierte en un **placer** de supervivencia y fortaleza.