“La fe en el proceso es el combustible de la persistencia infinita.”

La persistencia, cuando está imbuida de fe, se convierte en una fuerza inagotable.

No se trata solo de seguir adelante, sino de creer, profundamente, que el camino, por arduo que sea, conduce a un destino valioso. Es como un faro en la niebla: aunque no veas la costa, confías en su luz para guiar tu rumbo. Esa fe es el combustible que te mantiene navegando, incluso cuando las olas de la duda amenazan con ahogar tu propósito.