“En la forja de la voluntad, cada esfuerzo es un golpe de martillo que pule el carácter.”

La voluntad, cuando se ejercita con firmeza, se fortalece en cada desafío.

Piensa en un herrero que, con golpes precisos y repetidos, da forma al metal incandescente. Cada embestida del martillo, lejos de debilitar, refina y endurece el material. De igual modo, tus actos de voluntad, especialmente en momentos de dificultad, son los golpes que esculpen tu carácter, volviéndolo más resiliente y adaptable a las presiones de la vida.