“La linterna de la esperanza se mantiene encendida por el viento de la persistencia.”

La linterna de la esperanza se mantiene encendida por el viento de la persistencia.

En la oscuridad de la duda, la esperanza es nuestra guía, pero es el viento incansable de la persistencia el que aviva su llama. Sin esta fuerza constante, la luz se extinguiría ante las primeras ráfagas de dificultad. La resistencia es el aire que mantiene viva la llama de nuestros objetivos.

Imagina una pequeña llama en una noche ventosa. Si no la protegemos y atizamos, se apagará. La tenacidad es esa mano protectora y ese soplo continuo que asegura que la luz de la esperanza siga brillando, disipando las sombras de la derrota.