
“La fe en la meta es el combustible; la persistencia, el motor.”
La fe en la meta es el combustible; la persistencia, el motor.
Sin la creencia inquebrantable en lo que buscamos (el combustible), nuestro viaje se detiene. Pero es la persistencia, esa fuerza motriz constante, la que nos impulsa hacia adelante, superando cada desafío. La determinación es la energía que hace funcionar el motor, permitiéndonos avanzar incluso cuando el camino se vuelve empinado.
Imagina un coche con el tanque lleno pero sin motor. No irá a ningún lado. De igual manera, la fe sin acción persistente es inútil. Nuestra resistencia y constancia son las que hacen girar las ruedas del progreso.
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- “Los ríos más caudalosos nacen de gotas obstinadas que se niegan a detenerse.”
- “La tenacidad es la armadura invisible que protege tu espíritu del desánimo.”
- “El horizonte se abre para aquellos cuyos pies no se cansan de caminar.”
- “La persistencia es la arquitectura silenciosa de los grandes monumentos.”
- “En la adversidad, la tenacidad es el resorte que te impulsa hacia arriba.”