
“Siembra tu propósito en el surco de cada instante.”
Imagina tu vida como un vasto campo. Cada día, cada momento, es una oportunidad para sembrar la semilla de tus aspiraciones. No se trata de esperar la tierra perfecta o el clima ideal, sino de cultivar la convicción en el presente, nutriendo con tu voluntad lo que deseas cosechar mañana.
Este estímulo diario te recuerda que la perseverancia en las pequeñas acciones forja la grandeza de tus metas.