“Que la <strong>chispa</strong> de tu intención prenda el fuego de tu acción diaria.”

Esta frase te anima a no dejar que una idea se quede solo en un pensamiento. La inspiración, esa pequeña chispa inicial, tiene el potencial de desencadenar una fuerza mucho mayor: la acción. Tu energía se potencia cuando conectas tus intenciones con tus movimientos.

Imagina que tienes un fósforo. Esa pequeña llama es la chispa. Si la usas para encender una vela, tendrás luz por más tiempo. De igual modo, tu propósito diario, alimentado por el impulso, puede quemar con intensidad y mantener vivo el fuego de tu progreso. No permitas que la llama se extinga en la simple intención.