“Cosecha el optimismo en cada tarea; el aliento reside en la perspectiva que eliges.”

Imagina que cada tarea, por simple que sea, es un campo fértil donde puedes sembrar una semilla de optimismo. La motivación diaria se encuentra en elegir conscientemente cultivar esa perspectiva positiva, independientemente de las condiciones externas.

Piensa en la alquimia: transformar el plomo en oro. De manera similar, puedes transformar la percepción de una tarea tediosa en una oportunidad para aprender, para mejorar o para demostrar tu resiliencia. El aliento real viene de tu capacidad para encontrar el lado bueno.

No dejes que la negatividad marchite tus esfuerzos. Elige enfocarte en lo que puedes lograr y en lo que puedes aprender, y verás cómo cada día se llena de un renovado impulso.