“Deja que la resiliencia sea tu escudo y la proactividad tu espada contra la inercia.”

En el campo de batalla de la vida, la inercia puede ser un enemigo formidable, que te mantiene estancado y desmotivado. Pero tú tienes las armas para combatirla: la resiliencia como un escudo protector que te permite recuperarte de los reveses, y la proactividad como una espada afilada que te impulsa hacia adelante.

La motivación diaria se forja en esta dualidad. Cuando te enfrentas a un desafío, tu escudo te impide caer. Cuando surge una oportunidad, tu espada te permite ir a por ella. Piensa en un guerrero que no solo se defiende, sino que también ataca con audacia.

No permitas que la pasividad te venza. Levanta tu escudo, empuña tu espada y avanza con determinación hacia tus objetivos.