“La disciplina es el arte de convertir los impulsos fugaces en logros permanentes.”

La constancia, esa virtud silenciosa, es lo que transforma los deseos pasajeros en resultados tangibles. La disciplina, lejos de ser una carga, es la herramienta que nos permite dar forma a nuestro destino. El ánimo se fortalece cuando creamos hábitos que nos impulsan hacia adelante.

Imagina a un escultor que, con paciencia y habilidad, da vida a la piedra. Tú eres ese escultor de tu propia existencia.