“La alegría auténtica es una melodía interna, no un aplauso externo.”

Piensa en la felicidad como una sinfonía personal. La música que resuena en tu interior proviene de tus propias vibraciones, de tu conexión contigo mismo y con aquello que amas. Los aplausos del mundo exterior, aunque agradables, son efímeros y a menudo condicionados.

Asegúrate de que tu concierto sea para ti. Encuentra placer en tus pasiones, en la soledad creativa, en el autoconocimiento. Cuando tu melodía interna es armoniosa, las opiniones ajenas pierden su poder de dictar tu estado anímico. El gozo genuino se encuentra en la composición de tu propia paz.