“Cultiva tu propio edén de satisfacción, no esperes que otros lo rieguen.”

La búsqueda de la felicidad a menudo nos lleva a proyectar nuestras expectativas en los demás, esperando que ellos sean la fuente de nuestro bienestar. Sin embargo, la verdadera satisfacción es una planta que debemos cultivar nosotros mismos.

Es como sembrar semillas en tu propio terreno. Puedes esperar que la lluvia venga de fuera, o puedes tomar la iniciativa de regarlas tú. La satisfacción personal se nutre de nuestras propias acciones, de nuestras elecciones, de cómo respondemos a los desafíos y de cómo cuidamos nuestro interior. Crear tu propio edén de gozo es un acto de autogestión emocional.