“El gozo es un eco de gratitud por el simple acto de existir y participar en la sinfonía universal.”

A veces, la mayor fuente de gozo no proviene de lo que tenemos o logramos, sino del simple milagro de estar vivos. Es la apreciación profunda de ser parte de este vasto y complejo universo, de respirar el mismo aire que las estrellas.

Piensa en un niño que se maravilla ante una simple flor. Su gozo emana de la pureza de su conexión con el momento presente, sin juicios ni expectativas. Esa misma apertura es la clave.

Abre tu corazón a la maravilla de la existencia; en ese reconocimiento reside un gozo inmenso y desinteresado.