
“La serenidad se cosecha en el huerto de las pequeñas certezas”
Mientras los grandes filósofos debaten el sentido de la vida, la paz interior crece silenciosamente entre ritos cotidianos: el pan tostado en la mañana, la sábana fresca al acostarse.
Los monjes zen practican samu
o trabajo meditativo: barrer, limpiar, servir té. En estas acciones aparentemente mundanas descubren la dicha perfecta. Nosotros también podríamos hallar el nirvana en nuestros rituales domésticos, si los realizamos con plena atención.
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- “El arcoíris de tu espíritu aparece después de aceptar la tormenta”
- “La dicha no tiene horario ni boletos agotados: siempre hay función”
- “El regocijo es un músculo que se fortalece con repeticiones diarias”
- “Tu corazón contento es el único mapa que no necesita brújula”
- “La alegría profunda es un río subterráneo que nutre tus desiertos”