
“La dicha no tiene horario ni boletos agotados: siempre hay función”
Tratamos la alegría como si fuera un evento especial con reservación previa. Pero en realidad, el teatro del gozo nunca cierra sus puertas. El problema es que nosotros dejamos de asistir.
Piensa en esos cines antiguos que proyectaban películas continuas. Los espectadores entraban y salían a cualquier hora, disfrutando el fragmento que les tocaba. La vida funciona igual: cada instante contiene su propia escena digna de ser celebrada.
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- “El regocijo es un músculo que se fortalece con repeticiones diarias”
- “Tu corazón contento es el único mapa que no necesita brújula”
- “La alegría profunda es un río subterráneo que nutre tus desiertos”
- “El éxtasis cotidiano se esconde en los bolsillos de lo ordinario”
- “Tu paz interior es la melodía que calma hasta a los tigres del alma”