“El bienestar florece en el jardín de los pequeños placeres, regado con la intención.”

Imagina tu vida como un jardín. El bienestar no es un árbol exótico que aparece de la nada, sino una suma de pequeñas flores que cultivamos día a día. Una taza de té caliente al amanecer, una conversación sincera con un amigo, el aroma de la lluvia sobre la tierra seca; estos son los pétalos de la dicha. Al regarlos con la intención de disfrutarlos, permitimos que su fragancia impregne nuestra existencia.