“El gozo reside no en alcanzar la cima, sino en saborear cada paso del ascenso.”

Esta frase nos invita a reconsiderar nuestra percepción de la felicidad. A menudo, la asociamos con la consecución de metas, con la llegada a un destino.

Sin embargo, el verdadero bienestar se encuentra en el proceso, en el crecimiento personal que experimentamos a lo largo del camino. Cada pequeño logro, cada desafío superado, contribuye a una sensación de placer duradera.

• Aprender a apreciar los detalles,
• saborear las pequeñas alegrías,
• encontrar dicha en el esfuerzo,

son claves para una vida llena de satisfacción. Dejemos de enfocarnos únicamente en el resultado final y empecemos a disfrutar del ascenso, porque ahí, precisamente ahí, reside la verdadera alegría.