“El bienestar florece en el microclima de la amabilidad que cultivamos hacia nosotros mismos.”

El bienestar se compara con un microclima, un entorno interno favorable que se crea mediante el trato amable hacia uno mismo. La "amabilidad" actúa como el sol y la lluvia que nutren este espacio.

Piensa en un invernadero cálido y protegido, donde las plantas crecen sanas a pesar del clima exterior. Cultivar la amabilidad hacia uno mismo, aceptando imperfecciones y celebrando esfuerzos, crea ese microclima de bienestar, permitiendo que florezcan la paz y la satisfacción interior.