“El apego es el hilo invisible que teje la memoria en el tapiz del querer.”

El querer, en su manifestación más duradera, no se basa solo en el presente, sino en la rica urdimbre del pasado.

El apego es ese hilo sutil, pero increíblemente resistente, que une los momentos vividos, las risas compartidas, las lágrimas secadas y los sueños susurrados. Cada experiencia se convierte en un punto de color y textura en el vasto tapiz de nuestra historia juntos.

Ver el rostro amado es como releer un libro querido, donde cada página evoca una emoción, un recuerdo vívido, fortaleciendo la trama del afecto que nos une, recordándonos la profundidad de nuestra conexión.