“El afecto desinteresado es la luz que guía al caminante perdido en la penumbra.”

Esta frase resalta la cualidad altruista del amor como una fuerza orientadora y salvadora.

La vida a menudo presenta momentos de oscuridad, de confusión, donde nos sentimos desorientados o abrumados. La penumbra representa esas etapas de dificultad, de soledad o de duda.

En estos momentos, un afecto desinteresado, un cariño que no espera nada a cambio, actúa como una luz. No es una luz cegadora, sino una guía suave y constante que ilumina el camino, mostrando la dirección, ofreciendo consuelo y permitiendo al "caminante perdido" encontrar su rumbo y seguir adelante con esperanza y fortaleza.