“El amor es el espejo donde la mejor versión de nosotros mismos se refleja y se anima a florecer.”

En la presencia de un amor genuino, nos sentimos inspirados a crecer, a mejorar y a mostrar nuestras cualidades más nobles, ya que ese amor nos acepta y nos impulsa.

Imagina un espejo bien pulido que devuelve una imagen clara y luminosa. El amor verdadero actúa de manera similar, reflejando nuestras fortalezas y potencialidades, y alentándonos a ser la mejor versión de nosotros mismos. Es un reflejo que nos potencia.