
“En el jardín del corazón, el enamoramiento es la primera flor que despunta.”
El inicio de un sentir profundo es comparable a la aparición de una flor vibrante en un terreno antes yermo. Este enamoramiento es un espectáculo de colores y fragancias inesperadas.
Es la fase de descubrimiento, donde cada gesto, cada palabra, adquiere un brillo especial. Como esa primera rosa que emerge, su delicadeza y promesa de belleza cautivan, prometiendo una belleza aún mayor con el tiempo.
Este afecto inicial, aunque efímero en su intensidad pura, sienta las bases para un apego más duradero y complejo, un verdadero jardín interior.