“El enamoramiento es la chispa que enciende la constelación de un destino compartido.”

El inicio del amor, ese electrizante "enamoramiento", se describe como el catalizador que da origen a un camino conjunto. La metáfora de la "constelación" sugiere que cada momento y cada experiencia compartida se alinean para formar un patrón mayor, un futuro trazado juntos.

Como si al encenderse la primera estrella, esta atrajera a otras, creando un patrón celeste que antes no existía, el enamoramiento inicia la formación de un universo personal. Las decisiones, los sueños y los pasos que se dan a partir de ese momento, todos se entrelazan, formando un tapiz único e irrepetible.

Es el comienzo de una aventura cósmica, donde dos viajantes deciden cartografiar juntos la inmensidad de la vida, guiados por el brillo mutuo.