“El apego es la raíz invisible que nutre la fortaleza del vínculo.”

Este "apego" se define como la conexión profunda y subyacente que fortalece la relación. No es solo una dependencia, sino una base sólida, como las raíces de un árbol antiguo, que lo sostienen firmemente ante cualquier temporal.

Imagina un roble majestuoso. Sus ramas se extienden hacia el cielo, pero su verdadera fuerza reside en las profundidades de la tierra, donde sus raíces se aferran y absorben los nutrientes esenciales. De igual forma, el apego genuino es esa red de seguridad emocional y confianza que permite que la relación crezca y resista.

Es la seguridad de saber que, pase lo que pase, hay un suelo firme donde aterrizar, un anclaje seguro que da confianza para explorar el mundo, sabiendo que el hogar siempre está ahí.