“La resistencia ante la caída no te define, sino la determinación de levantarte una vez más.”

Nuestras caídas son inevitables en el trayecto de la vida, pero son la forma en que respondemos a ellas lo que verdaderamente nos define. No se trata de no tropezar, sino de la férrea voluntad de volver a ponernos de pie.

Piensa en un luchador que cae al ring. El público no recuerda la caída, sino el momento en que se levanta, sacude el polvo y vuelve a la batalla con renovado ímpetu. Esa tenacidad, esa negativa a ser vencido por el instante de debilidad, es la que forja campeones.