“La brújula del propósito guía al pie cansado cuando el camino se desvanece.”

En los laberintos de la vida, donde los senderos conocidos desaparecen y la incertidumbre se cierne, la determinación actúa como nuestra guía interna, el norte que nos orienta en la oscuridad.

Imagina un explorador perdido en una densa niebla, sin puntos de referencia visibles. Su único aliado es el conocimiento de su destino, la imagen nítida de lo que busca. Esa claridad de propósito, esa tenacidad mental, le permite avanzar, paso a paso, confiando en que cada movimiento lo acerca a su meta, aunque no pueda verla.

La persistencia no es la ausencia de miedo o fatiga, sino la voluntad de continuar a pesar de ellos, impulsados por la fuerza de nuestra convicción. La brújula del propósito mantiene nuestra resistencia inquebrantable, recordándonos el porqué de nuestro viaje.