“La resistencia es el arte de sonreírle a la tormenta y seguir construyendo tu castillo.”

Piensa en un constructor que, a pesar de los vientos fuertes y la lluvia incesante, continúa colocando ladrillo tras ladrillo. La tormenta representa las dificultades, las críticas, los imprevistos. La resistencia no es solo aguantar, sino hacerlo con una actitud positiva.

Sonreírle a la tormenta es una forma de desafiar la adversidad, de no permitir que las circunstancias externas dicten tu estado de ánimo o detengan tu progreso. Seguir construyendo tu castillo es el acto de perseverancia, de mantener la visión clara y continuar con el trabajo, ladrillo a ladrillo, sin importar las condiciones. Es la fuerza interior que te permite mantener la calma y la determinación en medio del caos.