“La simiente de tus sueños se nutre de la tenacidad que riega la tierra baldía de tus dudas.”

Imagina una pequeña semilla, insignificante a primera vista, enterrada en un suelo árido y sin vida. La resistencia que muestra para abrirse paso, para buscar la humedad invisible y la luz esquiva, es la misma determinación que impulsa nuestros anhelos más profundos. Cada pequeña grieta en la tierra dura es una victoria, cada brote tímidamente asomando, un testamento de la fuerza interior que no se rinde ante la adversidad. Así, la simiente de tus sueños, aunque parezca perdida, germina silenciosamente bajo el implacable sol de la constancia.