
“Siembra hoy con la certeza del mañana que tus raíces forjaron.”
Esta metáfora nos habla de la perseverancia como un acto de fe consciente en el futuro. Las raíces, invisibles bajo tierra, son el símbolo de la firmeza que nutre el crecimiento.
Plantar una semilla requiere creer en el sol que aún no brilla intensamente y en la lluvia que caerá. Tus esfuerzos actuales, incluso cuando no ves resultados inmediatos, son como esas raíces que se hunden en la tierra, asegurando la estabilidad y nutriendo el árbol que será. Es la tenacidad la que teje la trama de ese futuro.