“La perseverancia no es una carrera, sino una serie de pequeñas victorias acumuladas.”

La frase elegida resalta que la perseverancia no se mide en grandes saltos, sino en la constancia de pequeños esfuerzos.

Cada paso, aunque parezca insignificante, nos acerca a nuestra meta. No se trata de un sprint, sino de una maratón donde la clave reside en no rendirse ante los obstáculos.

La perseverancia implica resiliencia y la capacidad de aprender de los errores. Es la actitud de levantarse una y otra vez, fortalecidos por la experiencia.

• Identifica tu objetivo.
• Divide tu objetivo en pequeñas tareas.
• Celebra cada pequeño logro.
• Aprende de los fracasos.

Al final, el éxito no es un destino, sino un viaje construido con la perseverancia como cimiento.