“Tu tenacidad es el cincel que esculpe la roca de la adversidad hasta revelar tu obra maestra.”

Piensa en un escultor frente a un bloque de mármol crudo, una masa imponente y aparentemente inmutable. Su éxito no radica en un solo golpe certero, sino en la aplicación constante y metódica de su cincel. Cada impacto, aunque sea leve, va desprendiendo fragmentos, dando forma y revelando la figura que se oculta en su interior.

La tenacidad actúa de manera similar ante los desafíos. La adversidad es la roca, dura y desalentadora. Nuestra determinación, nuestro empeño incansable, es el cincel que, con cada intento, va tallando, puliendo y refinando nuestra voluntad, hasta que la forma de nuestro objetivo emerge victoriosa, como una obra de arte nacida de la paciencia y la firmeza.