“Que cada alba te traiga el ímpetu de un nuevo amanecer.”
Esta frase evoca la idea de que cada día es una oportunidad fresca, un lienzo en blanco esperando ser pintado con nuestras acciones. El ímpetu no es solo energía, sino esa fuerza interna que nos impulsa a levantarnos y enfrentar lo que venga, como el sol que se alza majestuoso tras la noche.
Imagina el primer rayo de luz acariciando el horizonte, disipando las sombras del ayer. Esa es la chispa de motivación diaria que debemos buscar en cada mañana. No se trata de grandes hazañas, sino de ese pequeño empujón, esa resonancia interna que nos anima a dar el primer paso, a sonreír, a ser amables.