“La disciplina es el arte de hacer lo necesario, incluso cuando el deseo flaquea.”

La disciplina es la fuerza motriz que nos permite avanzar incluso cuando la inspiración parece haberse retirado. Es la maestría sobre nuestros propios impulsos, la capacidad de honrar nuestros compromisos.

Piensa en un atleta que entrena bajo la lluvia. Su energía no depende del clima, sino de su compromiso con el objetivo. El aliento para continuar reside en la comprensión de que las acciones consistentes construyen el éxito a largo plazo. Es un impulso interno.

Desarrolla esta habilidad. La disciplina es la clave para desbloquear el potencial que reside en la ejecución constante, transformando la voluntad en resultados tangibles.