“Viste tus metas con la armadura del coraje.”
Enfrentar los desafíos diarios requiere más que solo deseo; necesita la valentía de avanzar a pesar de las dudas. La motivación diaria es el acto de revestir nuestras metas con la armadura del coraje, preparándonos para la batalla del progreso.
Imagina a un caballero preparándose para una justa, su armadura brillando bajo el sol. Esa es la fortaleza que buscamos cada mañana: la determinación de no dejarnos vencer por el miedo. Es un aliento fiero que nos prepara para la contienda.