“Transforma cada desafío en un trampolín; tu resiliencia es la clave de tu ascenso.”
Los obstáculos no son muros infranqueables, sino escalones que te permiten elevarte. Piensa en cómo un saltador de pértiga utiliza la flexibilidad del palo para alcanzar alturas inimaginables. Tu capacidad para recuperarte y adaptarte es tu herramienta más poderosa para el ascenso.