“Tu interior es un jardín; cultiva la flor de la determinación.”

Cada día nos enfrentamos a desafíos, pequeñas o grandes semillas que germinan en nuestro camino. La determinación es el agua y el sol que nutre el crecimiento de nuestras acciones.

Piensa en ello como cuidar un rosal: podar las dudas, regar la perseverancia y abonar con la creencia en ti mismo. Los resultados, aunque a veces tardíos, serán fragantes y hermosos.

Este ánimo interior es lo que transforma los obstáculos en peldaños, permitiéndote ascender hacia tus metas con paso firme.