“Que tu coraje sea el combustible que enciende el motor de tus mañanas, un estímulo constante para la travesía que te aguarda.”

Imagina tu día como un viaje. Sin combustible, el motor no arranca y el vehículo permanece inmóvil. El coraje actúa como ese combustible vital, la valentía para dar el primer paso, para enfrentar lo desconocido.

Este impulso interno no se trata de la ausencia de miedo, sino de la determinación de avanzar a pesar de él. Es el aliento que susurra "sí, puedo" cuando la duda intenta paralizarte, encendiendo la llama de la acción en cada nuevo día.