“Cada intento es un escalón, no una caída; celebra el aprendizaje.”

No concibas el fracaso como un punto final, sino como una parada estratégica en tu ascenso. Cada intento, cada esfuerzo, es un escalón más en tu camino, una oportunidad invaluable de aprendizaje. Piensa en ello como escalar una montaña: cada paso, incluso los que te hacen retroceder un poco, te enseña sobre el terreno.

Celebra cada lección adquirida, cada habilidad refinada. El ánimo continuo te ayuda a ver la riqueza en el proceso, no solo en el destino final. Levántate, sacúdete el polvo y sigue ascendiendo, más sabio y más fuerte.