“La gratitud es el combustible de la alegría; enciéndela con cada pequeño logro.”

En la búsqueda de grandes metas, a menudo pasamos por alto la felicidad que reside en lo cotidiano. Practica la gratitud hoy, reconociendo y celebrando cada pequeño logro como el combustible que enciende la llama de la verdadera alegría. Piensa en ello como una acumulación de pequeñas victorias que, juntas, forman un gran incendio de bienestar.

El ánimo que proviene de la gratitud es un bálsamo para el alma. Este estímulo te recuerda la abundancia que ya posees, impulsándote a seguir creando más motivos para agradecer. Enciende esa chispa, y verás cómo tu día se ilumina.