“Sé la fuente de tu propio aliento, incluso cuando el viento parezca arreciar.”

En momentos de adversidad, cuando las circunstancias externas parezcan desalentadoras, recuerda que tu mayor fuente de fortaleza reside en tu interior. Tú tienes la capacidad de generar tu propio ánimo, de avivar tu propia llama.

Considera tu espíritu como un fuego interno que puedes nutrir con pensamientos positivos, autocompasión y la celebración de tus propios logros. Este aliento autogenerado es la chispa que te impulsa a seguir adelante, sin importar las tormentas.