“Conviértete en el arquitecto de tu impulso matutino.”
No permitas que la inercia dicte el amanecer de tu día. Tú tienes el poder de diseñar tu propio despertar, de forjar ese ímpetu vital que te lanzará hacia adelante. Eres el maestro constructor de tu motivación.
Desde la primera luz, piensa en los pilares que sostendrán tu jornada: la claridad de tus metas, la fuerza de tu propósito. Diseña tu plan con la misma precisión con la que un arquitecto traza sus planos, sabiendo que cada detalle contribuye a la solidez de la estructura.