“Permítete la imperfección; es en ella donde reside la autenticidad y el impulso.”

No busques la perfección inalcanzable, sino la autenticidad del esfuerzo. Aceptar tus matices te libera de la parálisis del miedo, dándote el aliento para seguir adelante con genuinidad.

Las huellas dactilares únicas en cada uno de tus dedos son un recordatorio de tu individualidad. Abrazar tus "errores" es aceptar tu propia impronta, nutriendo así la confianza para actuar.