“Celebra tus victorias, por pequeñas que sean, para nutrir el impulso de seguir adelante.”

Reconoce y honra cada avance, cada meta alcanzada. Estas celebraciones, por sencillas que parezcan, son el combustible que alimenta tu espíritu de lucha y te da el aliento para la próxima etapa.

Es como el aplauso del público tras una actuación. Ese reconocimiento, incluso de ti mismo, refuerza tu confianza y te impulsa a mejorar, a buscar la excelencia con renovado vigor.