“La fuerza no reside en la ausencia de caídas, sino en la voluntad de levantarse una vez más.”

Cada tropiezo es una oportunidad para aprender, no una sentencia de fracaso. La verdadera resiliencia se manifiesta en la persistencia.

Este impulso diario te recuerda el poder de la recuperación. Piensa en una planta que, tras ser podada, vuelve a crecer con más vigor. Tu energía para levantarte, sacudirte el polvo y seguir adelante es lo que forja tu fortaleza interior. Es un aliento a la perseverancia inquebrantable.